La mesa de Luz, es uno de los materiales más icónicos del enfoque Reggio Emilia.
Un recurso que cada día está más presente en centros educativos.
Los beneficios de usar este recurso en nuestras aulas son muy numerosos. Es un
recurso mágico que aportará emoción, asombro, sorpresa, curiosidad y creatividad
a nuestra práctica docente. Es un recurso muy versátil, que se adapta a todos los
intereses, áreas y edades.
Como sucede con cualquier elemento o recurso innovador, lo principal antes de
usar la mesa de luz es la formación e información que debemos tener: origen y base
pedagógica, cómo es, instrucciones de uso, posibilidades, finalidad,
recomendaciones, cómo introducirla en el aula, materiales apropiados, etc.
Hay que tener en cuenta que es un recurso con luz, que es delicado, que no es un
juguete y que si no se usa adecuadamente y los materiales no son adecuados puede
provocar consecuencias negativas en la salud de los pequeños, sobre todo a nivel
visual, por lo que no todo vale. Pero a la vez, es un material que ofrece muchísimas
opciones de juego y experimentación, y ya que el juego es el medio natural de
aprendizaje, es un recurso que provoca múltiples ocasiones de aprendizaje.
“Es en el juego y solo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces
de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el
individuo se descubre a sí mismo” (Donald Woods Winnicott)

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